
La firma invitada de Pablo Hernández: «La realidad supera la ficción»
Pablo Hernández comenta en LA MAÑANA DE COPE que «la realidad nos demuestra que cada vez es más necesario contar con una verdadera educación sexual en las aulas»
En la cultura popular es habitual encontrarse con memes, referencias y bromas acerca del poder de Los Simpson para predecir el futuro. A lo largo de más de tres decenios, los guionistas de la célebre serie animada han satirizado sin contemplaciones a la sociedad occidental, especialmente a la estadounidense. En uno de los episodios de la segunda temporada, emitido a principios de los 90, un comité ciudadano trata de boicotear la presencia del David de Miguel Ángel en el museo local por considerar que la famosa estatua era poco decorosa.
Pues bien, hace unos días se conocía la noticia de que la directora de un colegio de Florida ha sido obligada a dimitir porque en clase de arte se había mostrado una imagen de esta obra clave del Renacimiento italiano. Algunos padres se habían quejado porque se había mostrado un desnudo en clase sin aviso previo y otros consideraban que la estatua era pornográfica.
Esta majadería se suma a otros hechos igualmente preocupantes, como la censura de libros en bibliotecas escolares y públicas, especialmente de obras que dan visibilidad a cuestiones como el racismo, el sexo o la identidad de género. Toda esta distopía, que por desgracia es más real que nunca, se basa en la imposición de consideraciones religiosas y morales por encima del derecho de los niños a recibir una educación fundamentada en valores ciudadanos.
Afortunadamente, en España no somos tan meapilas ni pusilánimes como en Estados Unidos. Sin embargo, sigue habiendo sectores que pretenden inmiscuirse en los planes de estudio. La realidad nos demuestra que cada vez es más necesario contar con una verdadera educación sexual en las aulas por muchos motivos: para borrar definitivamente el aura pecaminosa del cuerpo humano y la desnudez, para proporcionar información precisa y adecuada que ayude a prevenir embarazos no deseados, para fomentar la salud sexual y reproductiva y para contribuir a prevenir el acoso sexual y la violencia de género promoviendo relaciones sanas basadas en el respeto y el consentimiento.
Pablo Hernández