
La firma de Toño Blázquez: «El flamenco»
Toño Blázquez comenta que hay que «En mi casa, el hilo musical cotidiano era los fandangos de Farina, Canalejas de Puerto Real, Porrinas de Badajoz o Manolo Caracol»
Buenos días. Yo tengo una pasión rara en estos tiempos. Me gusta el flamenco. Mi padre cantaba flamenco y llegó a grabar varios discos ya mayor. En mi casa, el hilo musical cotidiano era los fandangos de Farina, Canalejas de Puerto Real, Porrinas de Badajoz o Manolo Caracol y siempre, siempre, las cosas que hacía con tanta flamencura Pepe Pinto. Viví mi niñez con ese estilo de música. A los Beatles los descubrí ya muy madurito. Mi ídolo era Bambino, tenía toda su discografía y cuando se anunció, ya mayor, con su combo flamenco en un local que duró un suspiro en la calle Pozo Amarillo, fui a verlo y, aunque ya andaba casi sin voz, la garra y pasión que le echaba en el escenario era lo más valioso para mí.
Todo esto viene a cuento porque mañana voy a ir a ver a Miguel Poveda, el flamenco que aúna hoy los conceptos más cabales de este arte único. Poveda es un artista extraordinario, se acompaña de un elenco impagable, no menos notable y en todo cuando hace encima de la tarina rezuma ecos del flamenco más antiguo con sorprendentes gotas de modernidad.
Hay que verlo.
Toño Blázquez