La firma invitada de Lorena Ciudad: «De Salamanca al cielo»

Hoy vengo a reivindicar Salamanca. Aquí, desde las ondas de un municipio a unos treinta minutos de la capital. Yo, que no he conocido rutina diaria en otro sitio. Ahora, que tanto revolotea por todas partes la idea de “ciudad de quince minutos”. Porque este concepto busca que los desplazamientos de tu día a día estén alrededor de esa cifra, que no tengas que pasar por interminables horas de transporte, público o privado, para ir al trabajo, al médico, de compras. Nuestra capital, mi Salamanca, ya es ese tipo de ciudad. Y ojo, que no lo digo solo desde la experiencia, que también, sino con los datos en la mano: un estudio de la Comisión Europea asegura que el 98% de los charros —este gentilicio tan nuestro— tardamos menos de quince minutos en acceder a los servicios básicos. Trabajo, ocio, sanidad, educación… al alcance de dar un breve paseo. Y, como si eso fuese poco, los charros podemos presumir ya no de tener dos catedrales, sino de que estas nos regalen ese skyline que tanto nos gusta mirar. De contar con una Plaza Mayor preciosa, rodeada de calles esculpidas en esa tan nuestra piedra de Villamayor. De aportar a la gastronomía española la jeta o las patatas meneas. Oye, y que no todos pueden decir que tienen una fiesta tan particular como el Lunes de aguas o hablan cantando. ¿La pena? Que cada vez las ciudades que no son grandes capitales cuenten con menos posibilidades de futuro. Porque ojalá de Salamanca al cielo.

Lorena Ciudad