
«¿Quién lucha para proteger nuestro patrimonio artístico?» por Virginia Sánchez Rodríguez
En la firma invitada, Virginia Sánchez Rodríguez, reflexiona sobre los ataques al patrimonio artístico mundial ya que «el no fin no siempre justifica los medios»
En las últimas semanas, los medios de comunicación se han hecho eco de numerosos ataques al patrimonio artístico mundial. Bajo la premisa de llamar la atención sobre el problema del calentamiento global, diversos activistas han vandalizado algunas de las obras de los grandes pintores del mundo occidental custodiadas en los principales museos. Así, hemos visto, entre otros muchos ejemplos, cómo un cuadro de la serie Los Pajares de Claude Monet fue manchado por puré de patata en el Museo Barberini de Potsdam o cómo Los girasoles, de Vincent Van Gogh, quedaron cubiertos por sopa de tomate en la National Gallery de Londres.
El caso más cercano, desde el punto de vista geográfico, fue el ataque a las Majas de Francisco de Goya acontecido a comienzos del mes de noviembre en el Museo del Prado de Madrid. Si bien los lienzos pintados por uno de nuestros maños más universales no sufrieron dañados, los marcos 13 La maja vestida y de La maja desnuda sí quedaron deteriorados, unos marcos históricos que también son obras de arte.
A diferencia de lo que escribió Maquiavelo siglos atrás, el fin no siempre justifica los medios. De ninguna manera es posible concebir que causar un mal pueda hacernos reflexionar sobre otro. Es cierto que todos debemos trabajar con la intención de que el calentamiento global remita –pues ya es uno de los grandes problemas de la sociedad–, pero también debemos preservar nuestro patrimonio cultural, que también es un bien fundamental de la humanidad. Porque, para hacer recapacitar sobre estas vandalizaciones de arte, ¿estaría bien que prendiéramos fuego a árboles milenarios?
Virginia Sánchez Rodríguez