
La Marcha teresiana, marcada por el recuerdo de Eladio Briñón
La XXXIV Marcha teresiana, que organiza cada año la Hermandad de Santa Teresa de Alba de Tormes, ha estado marcada este año por el fallecimiento de quien fuera su promotor, Eladio Briñón, quien junto al entonces párroco, Florentino Gutiérrez, comenzó esta ruta que revive el último viaje de Santa Teresa de Jesús desde Medina del Campo hasta Alba de Tormes.
Tras recorrer los caminos entre El Campillo, Carpio o Fresno el Viejo, los peregrinos llegaron a Cantalapiedra, donde celebraron la Palabra y hubo un acto teresiano en la capilla de las Madres Clarisas. Seguidamente se dirigen al Pinar de Palaciosrubios donde saludaron a los vecinos de Villaflores y Poveda, antes de descansar en la localidad beleguina.
El viernes se encaminaron a Zorita de la Frontera, donde celebraron la Palabra, para después dirigirse a Aldeaseca. Allí celebraron el sacramento del perdón y tras comer tuvo lugar la tradicional comunión de los higos. La jornada del viernes concluyó en Nava de Sotrobal donde celebraron la eucaristía.
En la última jornada, esta marcha, que tuvo este año como lema «Alegría» recorrió los caminos entre Coca de alba, Peñarandilla, y Garcihernandez, antes de llegar a Alba de Tormes.