
«Vidas vividas» por Virginia Sánchez Rodríguez
En la firma invitada del día, Virginia Sánchez Rodríguez, comenta que «no es noticia que una canción, un cuadro, una novela o una película esté mostrando las vivencias de su autor o sirva para mandar mensajes más o menos explícitos. Aunque se maquille como noticia seria, la clave está en el morbo, en la sobrexposición de la vida privada, en hablar de las intimidades de otros».
Como viene sucediendo en muchos espacios durante los últimos días, la BZRP Music Session #53 también va a ocupar algunos segundos de esta reflexión. Aunque a algunos no les suene este nombre, si lo llamamos “la nueva canción de Shakira” seguro que ya será de sobra conocido para todo el mundo. Dejando a un lado los partidismos, es fantástico que la cantante tenga un gran éxito que ha construido a partir de su propia experiencia. De hecho, el arte siempre ha sido una forma de expresión en torno a distintos niveles, pues permite que un artista comparta e incluso provoque distintas emociones en el gran público, las mismas que dicho creador sintió a la hora de su creación.
Es maravilloso que la gente pueda plasmar sus vivencias, sus sentimientos, sus temores o sus anhelos y estos lleguen de forma masiva a un gran número de personas, haciéndonos a todos partícipes del disfrute del arte y de la cultura. El problema reside cuando esto, que es algo inherente a cualquier obra artística, sorprende hasta el punto de abrir informativos. Por mucho que se quiera vender así, no es noticia que una canción, un cuadro, una novela o una película esté mostrando las vivencias de su autor o sirva para mandar mensajes más o menos explícitos. Aunque se maquille como noticia seria, la clave está en el morbo, en la sobrexposición de la vida privada, en hablar de las intimidades de otros.
Hoy en día la gente está más preocupada de mostrar fotos de sus viajes, sus comidas en los mejores restaurantes o sus planes que de disfrutar de ellos. Se vive de contar intimidades a los demás y los demás viven de consumir las vidas edulcoradas y sesgadas que se ofrecen en las redes de desconocidos que pretenden ser cercanos o de famosos que pretenden ser inalcanzables. El arte tiene que ser arte; las canciones pueden ser pegadizas o ingeniosas y deben despertar nuestras emociones; la cultura tiene que sentirse y compartirse y nuestras vidas tienen que ser vividas y disfrutadas.
Virginia Sánchez Rodríguez